jueves, 15 de abril de 2021

La vocación de pintor

Carta de Ramón Gaya a María Zambrano. México, 22 de junio de 1949. 

En una cosa me siento cada vez más fuerte: mi pintura. Y cada vez me siento más comprometido. Es una alegría sentir que no somos libres. Sí, gracias a Dios, no tenemos esa monstruosidad vacía que se llama Libertad (28).

En la Nochebuena de 1958, en una tarjeta, ella le desea, entre otras cosas, 

la paciencia para padecer Tu obra bajo la luz y la sombra del Misterio que hoy se canta. 

Y termina así:

Ya sabes: Verbum caro factum est [bueno, pone carnum: los filósofos son de poco latín]. 

En María Zambrano-Ramón Gaya, Y así nos entendimos (Correspondencia 1949-1990), Pre-textos, Valencia, 2018, 28 y 81.


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