En el Museo Arqueológico de Florencia hay sobre todo arte griego, etrusco y egipcio. Yo fui a ver primero el «Vaso François», luego el resto de la colección griega y después, lo que me diera tiempo.
El «Jarrón François», quizá mejor, lo estudié para la tesis, porque es una especie de resumen de la mitología griega en imágenes, una gran cratera del 570 a. C., encontrada rota en la tumba etrusca de Vulci por un tal Alessandro François. Puede ser la cumbre de la cerámica griega y está además firmada, tanto por el alfarero (Ergótimo) como por el pintor (Clitias). Es una cosa tremenda. Justo hoy leía cómo Menelao le daba a Telémaco, antes de volverse a Ítaca una copa como su posesión más preciada. Pues esta es todavía mejor.
Lo primero que llamaba la atención, además de la impresionante cratera, claro, era un taburete, el que tiró un guarda en 1990 a la vitrina, cabreado por alguna cuestión que tenía con otro: pagó los platos rotos la cratera, que quedó destrozada en 638 fragmentos. Los lograron reconstruir, mejorando la primera restauración, de 1845:
Alrededor, estaban puestas dos pequeñas cerámicas que aparecieron en la misma tumba. El plato o bandeja (pinakion) es del 550 a. CC. y representa el juicio de Paris: las tres diosas están a la izquierda y Hermes, con el caduceo, está en medio
La otra era una lecánide con decoración de animales, también de hacia el 550 a. C. A los etruscos les volvía locos la cerámica griega, que se puede encontrar en sus tumbas:
Pero bueno, aquí veníamos a ver el Vaso François. Primero una foto de wikimedia y luego las mías:
En las asas, una Diosa Señora de los animales (Ártemis) y Ayante llevando el cadáver de Aquiles:
Es para pasarse días explicando la de relatos míticos que hay en cada fila:
En la fila de arriba, la caza del jabalí de Calidón:
Por dentro:
Está todo lleno de nombres, por ejemplo aquí Diomedes:
Aquí, escritos al revés, los nombres de Polideuces y Cástor:
Arriba, los jóvenes atenienses que fueron con Teseo. Debajo, la lucha de Lapitas y centauros:
Aquí tenéis la firma de Ergótimo:
En los manuales antiguos, lo que veíamos nosotros, eran dibujos, como este:
Yo allí lo vi por primera vez bien. Un gran rato, emocionante.
El «Jarrón François», quizá mejor, lo estudié para la tesis, porque es una especie de resumen de la mitología griega en imágenes, una gran cratera del 570 a. C., encontrada rota en la tumba etrusca de Vulci por un tal Alessandro François. Puede ser la cumbre de la cerámica griega y está además firmada, tanto por el alfarero (Ergótimo) como por el pintor (Clitias). Es una cosa tremenda. Justo hoy leía cómo Menelao le daba a Telémaco, antes de volverse a Ítaca una copa como su posesión más preciada. Pues esta es todavía mejor.
Lo primero que llamaba la atención, además de la impresionante cratera, claro, era un taburete, el que tiró un guarda en 1990 a la vitrina, cabreado por alguna cuestión que tenía con otro: pagó los platos rotos la cratera, que quedó destrozada en 638 fragmentos. Los lograron reconstruir, mejorando la primera restauración, de 1845:
Alrededor, estaban puestas dos pequeñas cerámicas que aparecieron en la misma tumba. El plato o bandeja (pinakion) es del 550 a. CC. y representa el juicio de Paris: las tres diosas están a la izquierda y Hermes, con el caduceo, está en medio
La otra era una lecánide con decoración de animales, también de hacia el 550 a. C. A los etruscos les volvía locos la cerámica griega, que se puede encontrar en sus tumbas:
Pero bueno, aquí veníamos a ver el Vaso François. Primero una foto de wikimedia y luego las mías:
En las asas, una Diosa Señora de los animales (Ártemis) y Ayante llevando el cadáver de Aquiles:
Es para pasarse días explicando la de relatos míticos que hay en cada fila:
En la fila de arriba, la caza del jabalí de Calidón:
Por dentro:
Está todo lleno de nombres, por ejemplo aquí Diomedes:
Aquí, escritos al revés, los nombres de Polideuces y Cástor:
Arriba, los jóvenes atenienses que fueron con Teseo. Debajo, la lucha de Lapitas y centauros:
Aquí tenéis la firma de Ergótimo:
En los manuales antiguos, lo que veíamos nosotros, eran dibujos, como este:
Yo allí lo vi por primera vez bien. Un gran rato, emocionante.
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