viernes, 27 de septiembre de 2019

Varón desmañado

Otra vuelta a la Ilíada, esta vez con la edición bilingüe de Luis M. Macía Aparicio y José García Blanco, que me está gustando mucho. Pongo aquí dos pasajes sobre valentía:

Llega el dios Ares a la batalla, con su cortejo de terror, y se estremece Diomedes, hasta ese momento una fuerza de la naturaleza:
τὸν δὲ ἰδὼν ῥίγησε βοὴν ἀγαθὸς Διομήδης·
ὡς δ’ ὅτ’ ἀνὴρ ἀπάλαμνος ἰὼν πολέος πεδίοιο,
στήῃ ἐπ’ ὠκυρόῳ ποταμῷ ἅλα δὲ προρέοντι
ἀφρῷ μορμύροντα ἰδών, ἀνά τ’ ἔδραμ’ ὀπίσσω,
ὣς τότε Τυδεΐδης ἀνεχάζετο, εἶπέ τε λαῷ·
A este viendo estremecióse Diomedes, bueno en el grito,
y como cuando un varón desmañado que va por mucho llano
se detiene junto a un río de rápido flujo que a la mar afluye,
viéndolo borboteante de espuma, y corre hacia atrás,
así entonces retirábase el Tideida y dijo a la tropa... (5.596-600)
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Agamenón le dice a su hermano, que está dudando si salvar a un enemigo a cambio de un rescate:
ὦ πέπον ὦ Μενέλαε,
¡Eh, blandengue! ¡Eh, Menelao! (6.55)

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