jueves, 5 de septiembre de 2019

Por Italia 8 - final de Milán sin Leonardo ni Miguel Ángel

Llevo casi dos semanas poniendo aquí cosas de Milán, pero el hecho es que estuvimos allí menos de un día. Así que vamos con el descabello: lo último que vimos, deprisa, casi sin pararnos, porque no teníamos mucho tiempo y hacía un calor de muerte fue el Castillo Sforzesco, la gran fortaleza de Milán:


Casi ni tengo fotos. Sólo de un detalle de la decoración alrededor de una puerta:



Sí que vimos la Sala delle Asse, pintada por Leonardo, pero aquello era un batiburrillo agobiante: lo intentaban recrear en su prístino estado con un audivisual molón, pero tampoco parecía que aquello hubiera sido interesante, caso de haberse conservado bien; era un lío de ramas, demasiadas, un caos que parece como que no supo resolver. Luego lo taparon, siglos después lo destaparon y ahora ves una especie de sombras y ramas y caos. Mejor pongo una foto de la wikipedia y veis vosotros el mejunje:



Por lo demás, ya sabíamos que no íbamos a ver la Última Cena, porque hay que pedir reserva con meses de antelación (mirad, mirad, ahora ya está ocupado todo hasta noviembre) y estaba todo reservado de todas maneras tres meses antes. Yo me resarcí viendo Cenacolos en Florencia a esgalla, y mucho mejores que los de Leonardo y sin colas. Lo de Leonardo está rodeado de todo un mundo de tontería y moda que agobia.

Allí se quedó también la Pietà Rondanini, de Miguel Ángel, que nos teníamos que ir a Mantua.

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