Con el buen sabor de boca de Mantua, nos fuimos para Padua, para llegar a última hora de la mañana a la Capilla Ovetari, que es un recordatorio tremendo de lo que supuso el final de la Segunda Guerra Mundial para Italia: fue bombardeada y no quedó más que una parte, conservada fuera. De los frescos de Mantegna sobre la vida de san Cristóbal quedaron esquirlas.
Esto es lo que está menos mal, todo un fascinante juego de perspectivas y fingimientos arquitectónicos:
Aquí le han cortado la cabeza al pobre san Cristóbal y hay uno que sujeta su pierna, para que se vea lo gigante que era:
Pero del resto lo que queda es puntitos. Aquí, de una escena de milagros de san Pedro, lo antiguo son esos tracitos de por el medio, puestos encima de una reproducción del original:
Nos dio para acercarnos a la basílica de San Antonio de Padua, de aire bizantino, como san Marcos de Venecia, que está a treinta kilómetros de allí. En la plaza está la estatua ecuestre del Condottiero Gattamelatta, de Donatello:
De la estatua ecuestre de Gattamelata, este vídeo es lo mejor:
Esto es lo que está menos mal, todo un fascinante juego de perspectivas y fingimientos arquitectónicos:
Aquí le han cortado la cabeza al pobre san Cristóbal y hay uno que sujeta su pierna, para que se vea lo gigante que era:
Pero del resto lo que queda es puntitos. Aquí, de una escena de milagros de san Pedro, lo antiguo son esos tracitos de por el medio, puestos encima de una reproducción del original:
Nos dio para acercarnos a la basílica de San Antonio de Padua, de aire bizantino, como san Marcos de Venecia, que está a treinta kilómetros de allí. En la plaza está la estatua ecuestre del Condottiero Gattamelatta, de Donatello:
De la estatua ecuestre de Gattamelata, este vídeo es lo mejor:
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