Con quién estoy y de qué lado estoy

Ayer hablaba de ese nuevo hito en el arte de pillar en ridículo al tenderete académico. Así como Sokal mostró que puedes decir todo tipo de tonterías en el ámbito más teórico (o «teorético») si las trufas de léxico arcano, estos tres de ayer no hicieron artículos estúpidos, sino serios en lo formal, pero con conclusiones absurdas, en campos no de filosofía teórica, sino de ciencias sociales, especialmente sobre cuestiones de género, raza y sexualidad (a todo eso lo bautizaron con la etiqueta de «Grievance Studies», que podríamos traducir por «Estudios de quejicas» o quizá «Estudios de gente rencorosa»).

Aquí dos de ellos se explayan explicando todo el proceso (sí, sólo en inglés):



Es un programa muy interesante, aunque también se ve que cojean en algo: son ateos radicales y su idea de la religión es más bien (por decirlo suavemente) ridícula. Pero aquí no están hablando de religión, sino de algo con lo que estoy totalmente de acuerdo. Ellos se definen como de izquierdas sin duda, pero no de esa facción en la que ha caído buena parte de la izquierda, las políticas de identidad. Son gente rigurosa que hacen crítica de su bando y yo les aplaudo. La lástima es que son cada vez menos y el hecho es que donde gobierna la izquierda (en la piel de toro sin ir más lejos) lo que domina es esa cultura de la queja que exhibe una ridícula superioridad moral a cuenta de esos grupos supuestamente oprimidos.

Os dejo otro vídeo, de un editor de una de las revistas que les aceptaron un artículo, que tiene la valentía de dejar que le entrevisten: