Ayer me compre un móvil nuevo, bueno y barato. He vuelto a Samsung maldiciendo de Sony. Se me ocurrió la frase «Como millenial con smartphone nuevo» para expresar mi contento. Pero tenía que leer esa misma tarde los cantos 20 a 22 de la Ilíada y hoy no he conseguido transmitirles (cuando bostezan es como si me mandaran misiles tierra-tierra) lo impresionante y tremendo de la desesperación asesina de Aquiles, que sobrepasa la del pobre Licaón cuando le suplica por su vida en el canto 21. Y justo ahí, les he citado ese verso que me conmovió, en el que se compara a Aquiles, al fin y al cabo también un mortal, con «el niño del porquerizo / al que el torrente arrastra en invierno, al atravesarlo» (21.281-2) justo cuando se enfrenta sin éxito al dios río Escamandro.
No he conseguido conmoverles.
No he conseguido conmoverles.
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