San Pablo, resumiendo lo que sucedía durante la vida de Jesús en la tierra, afirma: «en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo» (2 Cor 5, 19). Y San Agustín comenta: mundus reconciliatus, Ecclesia [Sermo 96, 8: PL 38, 588]: la Iglesia es el mundo en cuanto reconciliado con Dios; pero no es solamente la convocación de aquellos que han sido reconciliados, sino que ella misma es también salvífica, es decir, sacramento de salvación [Cfr. Concilio Vaticano II, Const. Lumen gentium, nn. 1 y 48]. Por esto, la Iglesia in terris es el germen y el inicio del Reino [ibid., n. 5]: mientras que la misma Iglesia al final de los tiempos, la Jerusalén celeste, será el Reino definitivo, en su plena realización.Leed entero el artículo, que merece la pena. Y tiene un montón de consecuencias.
martes, 27 de febrero de 2018
Mundus reconciliatus
Le oí la expresión de "mundo reconciliado" y acabé encontrando este artículo de don Fernando Ocáriz, actual Prelado del Opus Dei. Trata de qué significa el "reino de Dios" y ahí está la cita de san Agustín:
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