La cosa es que se solapaban un poco los dos museos, el de Israel y el de las Tierras Bíblicas, por ejemplo en el caso de la música, pero estas castañuelas prehistóricas son dignas de verse:
Aquí uno tocando los platillos (címbalos):
Así son los platillos de hace 4000 años:
Y en armas, un buen arsenal:
Más cimitarras. Esta es de la primera mitad del segundo milenio y tiene decoración de flor de loto, por hacerlo todo todavía más extraño:
Esta espada hurrita con cabezas de jabalí en la base tampoco estaba mal:
Y me llevé una alegría al encontrarme una estela de Tarhuntas, dios hitita de las tormentas que influyó decisivamente -dicen los que saben- en el Zeus griego, dios del cielo claro pero también en Grecia, como entre los hititas, de los fenómenos metereológicos como el rayo:
Por el otro lado, en luvita jeroglífico, está la dedicación del rey a ese dios:
Sólo una cosa más, esta vaca con su ternero, de cerca de Nimrud, en Asiria, de por el 800 a. C.:
Qué curiosas, todas estas cosas... me ha encantado la vaca con el ternero.
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