El viernes estuve de recados por el centro de Santiago. Han puesto una Casa del libro. Entré a echar un vistazo: nada especial, bien puesto todo, los libros típicos, nada especialmente emocionante. Al salir le preguntaba una señora a un dependiente por un libro de Gloria Fuertes en gallego y yo no me pude callar y dije que era una escritora en castellano y diez segundos después comprendí que ella podía preguntar por un libro para niños que hubiesen traducido al gallego. Busco ahora en google y no encuentro ninguno. Bueno, yo me excusé ante el empleado, que era un tío muy cool. Quizá tenía yo razón, lo mismo da. Debo aprender a callarme.
De vuelta, pasé delante del Matadero, este edificio municipal que iban a tirar y que luego me dio pena y que al final no tiraron porque están allí aposentados todos los ultraprogres de la contestación y que ahora no me importaría que tiraran.
Realmente, por muy materista que me ponga, es un edificio feo como un demonio.
Pasaba cerca del CGAC, así que entré. Había una exposición de nombre "Lugar. Contingencias de uso" que (dicen) "constituye un acercamiento a la significación existencial del espacio arquitectónico". De primeras, me di con una pared de piscina de Sofía Táboas. Ninguna sorpresa: mi Facultad está así en la mitad de sus paredes:
Lo único, el detalle ultrapisicinil, que le da más realismo:
[Así es mi Facultad, todo paredes verdes de piscina ]
Mirad qué textura. de un verde sólo un poco más oscuro:
Suya también era una plataforma de construcción que era como lo que hacían las señoras en los años 50 para hacer tapetes, a base de cuadrados de colores con ganchillo (esto es un elogio, retorcido, pero tiene algo de elogio).
Da para hacer fotos aparentes:
Me estropea el buen rollo leer la cartela, por lo de los "materiales gallegos" (la artista es mejicana, pero se conoce que ha querido pagar el peaje):
Esto era de Luciana Lamothe, argentina, ya puestos a fijarnos en las "identidades". Se trata de poner lanzas que traspasan una pared de pladur:
Y a continuación, otra vez de Sofía Táboas, esta "Construcción primordial"
Cuando leí el tipo de material que usaba ("Cannabis y pan de oro"), me dio la risa. A los artistas contemporáneos les puede el alegorismo, no lo pueden evitar.
No me meto en el bien de tu alma, pero por el bien del blog, espero que no aprendas nunca a callarte...
ResponderEliminarMe ha gustado lo que pones de la exposición, bastante. El mosaico de materiales de construcción daría mucho el pego como portada de libro o fondo de pantalla. La "Construcción primordial" me habría gustado más hecha de bloques de hormigón: algo así como un castro de bloques de hormigón, un feísmo neolítico... Y esas lanzas sobre el andamio con ruedas, ¿era una instalación interactiva? ¿Podías empujar el andamio para perforar la pared?
Estuve a un pelo de mover el andamio y hacer más agujeros en el pladur, pero me contuve, que luego resulta que no hay tan buen rollo, aunque te lo dejen todo a punto. De hecho el andamio tenía ruedas.
EliminarYo una vez soplé a un móvil de Calder (y se llaman "móviles" por algo) y me llamó la atención la guardiana. Yo intenté explicarle lo evidente, pero nada, se cerró en banda.
Jajaja!
EliminarEl coste de los montajes de estas exposiciones es millonario
¿Y lo bien que me lo paso viéndolas?
EliminarNo te calles!
ResponderEliminarEl problema es que no me sé callar.
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