Me impresionó mucho lo sólidas que eran las voces, además porque estaban a una escalofriante cercanía, a un palmo de mi cara. Estaban muy metidos en su papel, con grandísima seriedad, hasta el punto de que me dio miedo despistarles con la foto, pero no, esta chica que creo que hacía de Cupido ni se inmutó. Estaban concentrados con todo en su papel y en cantar con aquellas voces intensas, sin vacilaciones ni debilidades:
Aquí los tenéis a casi todos:
Los cantantes:
Y todo esto, en la iglesia de la Compañçía, que ¡ay! no se dedica al culto.
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