A Josef Hoffmann lo tenía poco visto en Viena. Pero me hizo especial ilusión esta tetera, por la bobada de que se la hiciera a la familia Witthenstein:
Más cosas de Josef Hoffmann:
Y además este libro tan chulo, una edición vienesa de Tartarín, de Daudet:
De Gerrit Rietvield tenían allí la mítica silla, de 1917, que, vista en directo, es una pura absurdez:
Y este cartel de Frederik Kiesler
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