«Foi unha vida dura», se me escapa sin que pueda evitarlo. Las arrugas del rostro de Virginia se ponen en movimiento y componen una de esas sonrisas, entre serena y pícara, con las que lleva toda la mañana sorprendiéndome. «Foi a vida que me tocou», responde. Y sigue: «E aínda non foi mala. Nunca nos faltou o pan, e sempre puiden ter as miñas meniñas ben atendidas».Lo mejor de Velázquez está aquí, el de El niño de Vallecas, el de las Meninas. Lo mejor de España, en concreto de Galicia:
jueves, 17 de diciembre de 2015
¡Que Dios las bendiga!
Me conmueve este artículo de Rosa Estévez en La Voz de Galicia (la excelente foto es de Mónica Ferreirós), que empieza así:
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