Casi dos días en Lisboa 2

Yo a Lisboa iba a un Congreso. Ya tengo callo hecho (por experiencias repetidas como las que cuenta Cavalcanti) y no me esperaba gran cosa, pero sobrepasó la realidad mis expectativas tan a la baja: fue peor todavía.
Yo hablé a cuatro gatos, todos reunidos allí para estar presentes en la comunicación siguiente. Le puse ganas, expliqué lo mejor que pude cómo veía yo a san Juan de Ávila en relación con el humanismo y en concreto con la lengua griega y ya está, otra experiencia frustrante. Prometo que antes de ir a otro congreso (si vuelvo a ir a alguno) miraré si está bien acotado, centrado, con rigor y comprobaré que no esté organizado por la gerontocracia que controla completamente la universidad ahora.

Salí, le hice unas fotos a algunos edificios de la Universidad de Lisboa. Es chulísimo, ¿verdad?
















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Para el apartado «arquitecturas de los regímenes autoritarios».

Y de allí me fui corriendo al Museo Calouste Gulbenkian.