
Tenían también dibujos de Rosales preparatorios para su gran cuadro del testamento de Isabel la Católica:

L más singular de allí era lo que tenía de las ferias, el comercio con toda Europa:

Esto es un cuadro de tasas de cambio entre varias monedas europeas:
De allí salimos a la carrera a visitar el convento de santa Teresa, su segunda fundación: muy instructivo, claro. Las monjas habían reunido su firma en este cuadro con su punto kitsch:
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