Se me ha ocurrido hoy -día de su fiesta- que no podría haber intercesor mejor que santo Tomás Moro para estos meses antes del Sínodo: ante los miles de posibilidades que se le abrirían -era muy buen abogado y político- de encontrar una "solución misericordiosa" a su Rey (al que siempre le fue leal), se mantuvo firme en la defensa del sacramento del matrimonio.
Yo ya había pensado en Julia Flyte para el puesto (coincidencias: hoy Enrique habla de ella): no quiero comparar lo vivo a lo pintado, así que me quedo con los dos.
Y Jesús está dormido, pero no despreocupado.
Sobre santo Tomás Moro y por qué san Josemaría lo tomó de intercesor del Opus Dei, leí un artículo muy bueno de Andrew Hagerty hace unos meses (PDF). Lo que está claro es que no lo eligió por haber escrito la Utopía, amigo Gregorio.
Lo que no tengo nada claro es de qué va justamente la Utopía: es un libro que me supera. A ver si lo leo despacio y me consigo aclarar de qué va.
Totalmente acuerdo, amigo Ángel, pero no puedes ni imaginarte los mails que he recibido pidiendo información sobre el santo, que es lo que cuenta.
ResponderEliminarEstimado Ángel, te dejo un resumen de mi análisis sobre Utopia de Moro: https://neupic.com/articles/utopia-destino-estrella-o-aberracion
ResponderEliminarSi quieres algo más de mi irrelevante y discutible parecer, te puedo pasar por mail un documento más elaborado. En twitter nos lo comentamos por privado, si te parece.
Un saludo junto al antiguo arroyo del Abroñigal, sus huertas y olivares.