Llevo tres semanas con ganas de contar esto. Lo dije el otro día en petit comité, pero me supo a poco: necesito ventearlo a las ondas de ceros y unos.
En el coche, cogí empezado en Radio Clásica (que es casi lo único que oigo ya: estoy muy orgulloso también de esto) algo que me me sonó a Mozart, pero no del todo. Tampoco era Haydn. Había momentos de una frialdad matemática que yo asocio con Beethoven (sorry).
Pensé: esto va a ser un concierto de piano de la primera época de Beethoven.
Y sí, era. Casi imploto el coche como un airbag.
Enhorabuena. No está la cosa para dejar estas noticias debajo del celemín.
ResponderEliminarA mi alguna vez también me pasa (que acierto quiero decir) otras no, y muchas aparco antes de que llegue el final y me quedo con las ganas de saber qué es o, lo que es peor, hay una interferencia en el momento que lo dicen y se me escapan mis vocablos mas inconvenientes.
Bueno, bueno, pero tu juegas en la Champions League y yo en tercera división. En realidad no tengo ni idea, como se muestra por este presumir mío tan tonto, pero que por eso me hace hasta gracia (espero).
EliminarNo creas Ángel, como dice el refrán, de dinero y santidad...la mitad de la mitad. Pues lo mismo de los conocimientos, la mitad de la mitad... Ya quisiera estar yo en la Champions.
EliminarHola Ángel. Te leo desde hace unos meses pero no suelo comentar ni en blogs ni en redes sociales. Te escribo hoy porque me ha sorprendido la coincidencia; ese mismo concierto también mí me entusiasmó. Un saludo. Olivia.
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