En el mismo castillo había libros en alfabeto glagolítico croata:
Y libros de la liturgia católica en croata (desde 1248 podían celebrar en su lengua):
Muy bien el castillo de Čakovec, fue un rato bien entretenido en esos mundos de los bordes austro-húngaros.
Comimos los bocatas en el coche, porque el hecho es que seguía lloviendo.
Y nos volvimos a Varaždin y gracias a Dios dejó de llover. Es una ciudad con muchos palacios barrocos y rococós e iglesias. Bien, si no te pones a comparar con Viena. Eran como este:
En la portada de un colegio, este texto: Terrarum sic ima peto, quin aethera linquam («De las tierras tanto a las profundidades aspiro, sin que las etéreas deje»), buena para un centro de enseñanza.
El castillo era resultón:
Luego son siempre edificios toscos, de paredes gordísimas, pero bueno.
Qué interesante...
ResponderEliminarEsos palacetes barrocos son encantadores, recuerdan también a Praga...