La cena la cuenta muy bien Suso: fue memorable.
La mañana siguiente me dio solo para acercarme al Museo de la Fundación Lázaro Galdiano, uno de los grandes Museos de España.
Me quedé parado ante el Maestro de Astorga.
Me pasmé con los flamencos: Isenbrandt, el Maestro del Follaje dorado, Memling, Metsys, Ambrosius Benson.
Había dos cuadritos de Cranach y uno de Constable: poquita cosa, pero que recordaban lo grandes que son los dos.
Grandes cosas de Goya en cuadritos bien pequeños.
Y Zurbarán (la Virgen de la Merced y una Inmaculada maravillosa).
Mi cuadro preferido: esta Santa Rosa de Lima de Murillo:
Son unos desposorios místicos, tema difícil, pero pintado con una ligereza, una delicadeza tan inmensas, con unas rosas tan de puro aire, que casi me echo a llorar allí delante. Hice fotos penosas a escondidas:
La firma ahí. ¿Veis que mínimos trazos para pintar las rosas y las hojas?
Ese poder de Murillo de pintar la carne, las telas.
"ROSA CORDIS MEI TU MIHI SPONSA ESTO" (Rosa, tú me serás esposa de mi corazón)
Y de ahí fui a Misa a los jesuitas de Serrano. Ante la tumba de san José María Rubio recé por todos vosotros, mis amigos.
Y vuelta feliz a Santiago en tren: las llanuras de cereales y Segovia al fondo.
Y ese naranja-amarillo que parece un ectoplasma que se le escapa a la Virgen hacia el cielo...
ResponderEliminarUna maravilla. Me apunto el museo, que no conocía. Gracias, Ángel.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sabía nada de ese museo... Para el 23 de julio, que tengo que pasar por Madrid, a ver si puedo ir a verle.
ResponderEliminarMuchas gracias, por la parte que me toca, siempre necesitado.
ResponderEliminarEl LG es impresionante. Que manera de acumular arte...
Murillo, siempre pasma. Y mira que aquí en Sevilla, los tenemos por doquier. Pero para captarlo hay que verlo en vivo, es maravilloso, pero que daño le han hecho las estampitas y las malas copias. Ahora, que los originales son sublimes.
"Rosas de tan puro aire".
ResponderEliminarEl original, "tan de puro aire", yo creo que es hasta mejor.
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