Nínive se recorría en tres días, Muhu en veinte minutos -en furgoneta.
En el otro extremo de la isla estaba Koguva, un "pueblo típico".
Había casas de tejado de paja:
pero paja del grueso de una cuarta:
Nos gustó hacer un sinpa en una casita reconvertida en museo -abierta, pero sin nadie que cobrase- donde se había recreado una escuela zarista.
Y al otro lado, un dormitorio:
Y qué molinos de viento de madera:
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