En esta vuelta reciente a la lectura de novelas he ido releyendo algunas de hace lo menos treinta años. Tenía un recuerdo vago de El desierto de los tártaros de Dino Buzzati, no especialmente bueno, aunque con una imagen poderosa, la de la fortaleza que miraba al espacio abierto, donde se esperaba la llegada del enemigo. Yo me veo a veces en Galicia un poco así: como en el extremo de una civilización, defendiendo un fuerte sin saber muy bien si sirve de algo, aunque sin enemigos enfrente, simplemente cumpliendo un papel al que no le acabo de ver un sentido estratégico muy claro.
La relectura no me ha cambiado mucho la idea que tenía: un poco floja como novela, un realismo con elementos que podrían ser alegóricos, convirtiéndolo todo en una especie de fábula no muy lograda, con ecos kafkianos espolvoreados, pero sobre todo, no sé, Esperando a los bárbaros de Cavafis como el motor de todo, no sé si premeditado o por pura coincidencia. La cuestión del enemigo como el que da sentido a la vida podría discutirse en teoría política o en tratados sobre la guerra, pero no sé si sirve para la vida humana en su conjunto.
De hecho al final la novela da un quiebro en torno a la muerte como la clave de todo que me parece un poco forzado: ahí parece como que la dicotomía es la gloria que se espera obtener y el trance de la muerte como gran momento de verdadera posibilidad de gloria. No me parece que tan altas aspiraciones hayan cuajado en un logro literario pleno aquí.

Esto, y en general tus relecturas de novelas, me recuerdan que Gómez Dávila escribió: "Descartando las grandes, sólo son legibles las novelas escritas con claros fines mercantiles".
ResponderEliminarSí, hay novelas mercantiles muy legibles. Esta claramente no está lograda, aunque ha sido muy elogiada, eso sí.
EliminarEstoy leyendo La hija del capitán de Pushkin y parece lo contrario: lo bien que estaba Piotr en el cuartel hasta que llegaron los inesperados rebeldes.
ResponderEliminarAnda, no he leído nada de Pushkin, y mira que hablan bien de él los escritores rusos más importantes. Parece mucho más realista la situación.
EliminarEstoy leyendo La hija del capitán de Pushkin y parece la historia contraria: lo bien que estaba Piotr en la fortaleza hasta que llegó la inesperada rebelión.
ResponderEliminarAh, saludos, Ramiro.
EliminarHola, prueba con Esperando a los bárbaros, de Coetzee.
ResponderEliminarSaludos.
Muy bien, me lo apunto, gracias.
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