Tres semanas en Zürich 22 - Landesmuseum 2 - Arqueología e historia suiza

Si algo me quedó claro de la visita, más rápida de lo que hubiera querido, a la parte arqueológica del Museo Nacional Suizo, es que Suiza es un lugar de paso, del norte al sur, del este al oeste, en el cogollo de Europa. Si alguien puede considerarse en casa allí, serían los celtas, que ahí sí que estuvieron (no en Vigo). 

La presentación era muy buena, con grandes vitrinas muy bien puestas. Yo hice fotos a lo que pillaba y ahora no creo que pueda reconstruir nada con sentido. Solamente os pongo alguna, con pena de no tener mejores. Esto era un casco de bronce encontrado en uno de los pasos de los Alpes:

Esta menesterosa cerámica era muy antigua, claro:

Aquí trozos de ruedas:

Y este objeto de oro puro se lo encontraron enterrado. Hay ciervos en la superficie:

Esto ya era romano. Me gustan mucho los objetos de cristal romanos:

Luego había un salto hacia la Edad Media y el Renacimiento, con habitaciones reconstruidas en el interior del Museo. Había estufas gigantescas, como las que había visto ya recubiertas de cerámica:

Y en una sala, banderas suizas, muy bonitas, todas juntas:

Esta es del cantón de Valais:

"Estamos unidos", pone:

Había una parte de pintura, por ejemplo los mártires patronos de Zürich:

A partir de ahí me despisté y me encontré al final del recorrido cronológico  en la parte dedicada a finales del siglo XX, con cosas tan dispares como el libro rojo de Mao, un cartel de Ginebra a favor del aborto con argumentos curiosísimos (¡no quieren ser forzadas a abortar! ¡WTF!) o botes de productos:

Proletarios de todas las tierras, uníos:

Esto son cerillas de propaganda electoral:

Y lo último a lo que le hice una foto fue a esto, que solamente había visto en dibujos animados:

Con tiempo y buenas fotos, este museo me hubiera dado para muchas entradas y muy enjundiosas. Habríais aprendido de historia suiza, muy desconocida: toda la problemática religiosa, la de la confederación, muchas cosas interesantes. Un buen museo para volver a visitarlo despacio.