viernes, 6 de octubre de 2023

Natalia Ginzburg ensayista

Me gusta mucho como novelista y también tengo muy buen recuerdo de sus ensayos en Las pequeñas virtudes, así que me alegró ver que habían traducido Vida imaginaria.

Sobre todo disfruté con sus comentarios de crítica literaria, en sí mismos, porque no sabía de los autores que estaba comentando: era un acercamiento que sonaba sincero, sencillo, sin presuntuosidad, contando lo que le habían parecido los libros. También me gustó cuando hablaba de cine, del de Fellini o el de Bergman.

Luego tiene otros artículos que me dejaron más frío. Hay uno sobre Israel que fue polémico en su momento y ahora sigue siendo de los de o conmigo o contra mí. La suya es una postura básicamente contraria al Estado de Israel, en la que pesa su origen judío y a la vez un intento de querer ser objetiva, pero me parece que sobre todo lo que decide el tono es su pensamiento de izquierda, que aquí rechina especialmente. Al menos ella sabía que no iba a hacer amigos escribiéndolo y lo escribió y amigos suyos se quejaron. En el propio libro se recoge algún comentario, porque lo que tenemos es la traducción de una edición crítica italiana del texto, me imagino, con comentarios y glosas.

Bien, no siempre estoy de acuerdo con Natalia Ginzburg, especialmente cuando habla de algunos temas (saludo aquí al lector que siempre me recuerda la postura de esta sobre el aborto, con la que NO estoy de acuerdo). Me quedo con Léxico familiar y Todos nuestros ayeres.

1 comentario:

  1. Había oído hablar muy bien de "Las pequeñas virtudes" y, a mí, me decepcionó bastante. No pude terminarlo.

    Gracias

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