Burgos en Mayo

Los bosques por el Cebreiro estaban a rebosar de hojas, una manta verde que podría haber estado mirando literalmente horas: había habido un accidente en la carretera por la que hay que pasar desde que se hundió la autovía de entrada a Galicia y había una cola de kilómetros, pero no en mi lado; por suerte para mí, en diez minutos conseguí salir del monumental atasco.

Por Palencia y Burgos vi con alegría las amapolas. Los trigos estaban ralos, bajos y amarillos. Estuve escuchando un programa sobre María Estuardo en In our time: creo que es el programa que menos he entendido hasta la fecha: había un escocés al que casi no entendía y luego lo que contaban era enrevesadísimo. No me aclaré de lo que decían sobre esta pobre mujer: qué desgracia el siglo XVI en las islas británicas, el mal campando a sus anchas. Luego oí otro sobre la batalla de Salamina, mucho mejor.

Ganamos 2 a 0 al parchís.

A la vuelta estuve oyendo La riproposta, un programa sobre mayo. Ahí escuché una canción de Zaraval, un grupo de Burgos, que me gustó:

 

También esto era impresionante, de Valdetorres del Jarama, en Madrid: