Antes de verla, había leído un artículo de Angela Alaimo O'Donnell que me dio claves muy importantes, sobre todo en la definición genérica, que seguramente sea el caballo de batalla de los que tengan problemas con esta película: sería un error entenderla como realista o costumbrista o "basada en hechos reales". En ella se logra, si uno entra al "pacto narrativo", un dificilísimo equilibrio entre la comedia y la tragedia. El guión es extraordinario y funciona a la perfección: me he reído mucho en muchos momentos, con muchas frases, con escenas, con la caracterización de los personajes y a la vez estaba con el corazón en un puño por el personaje de Colin Farrell, que al final me ha dejado destrozado: la compasión y el temor son las pasiones que purifica la tragedia, según Aristóteles. Para mí esta película es como un vapulearme en mi compasión por ese personaje no especialmente listo, que no quiere que cambie lo que había hasta ese momento, que él daba por supuesto quizá.
En el otro extremo estaba Colm, que me recuerda al personaje de Marcela en El Quijote: hay cosas que no podemos exigir y el amor es una de ellas, pero también es verdad que aquí hay otra cosa, una amistad rota abruptamente en pos de un objetivo individual, una gloria, una fama imperecedera, en la música tradicional además, por definición anónima.
Está situada en la Irlanda de 1923, pero es de ahora, de 2023, de individuos que han roto sus conexiones y están solos. Yo creo que hay una posibilidad clara de leerla como fábula, sin dejar de ser un relato concret, en torno a una cuestión palpitante ahora, la de la negación de los vínculos, la del "derecho" a romperlos, que es la clave del liberalismo y de este mundo woke que quiere afirmarse en su soledad, en su autoexpresión.
Las banshees (y que traduzcan en español por almas en pena me parece un error) no sé exactamente lo que son en la mitología irlandesa y lo mismo me da; son como figuras ominosas y proféticas, al menos en la película la anciana: hay un trasfondo "mítico" que sirve para crear un aire ominoso y sobre todo para resaltar la figura de la víctima, el más tonto, el único que aspiraba al amor, el que dio pasos reales para lograrlo, aunque bien ridículos, al que todos despreciamos. En esta película el amor matrimonial no existe: la amistad es la gran barrera que queda rota en esta película, de lo poco que serviría de lazo en un mundo sin matrimonios, sin hijos.
Los actores son extraordinarios y logran que sea verdadero un argumento tan imposible pensado en frío. Colin Farrell, con esa mirada de estar perdido, es una maravilla.
El paisaje, los colores, el cielo, el sol. Hay también una reflexión importante sobre los animales como último recurso, pero al final no son capaces de sustituir las relaciones humanas: a lo sumo las reflejan.
La Iglesia queda como última instancia, pero como la que solamente acaba certificando el fondo de desesperación que late en todo. Lo que quiere Colm es perdurar, pero por una vía que es cultural. Curiosamente, la cultura más característicamente irlandesa, siendo reconocida, se mide en la película con la música maravillosa de Brahms, en tres momentos que para mí son de los más emocionantes de la película. Toda la música de la película es maravillosa.
Sobre Irlanda y todo el trasfondo que se toca en relación con la tradición irlandesa, hay un extraordinario artículo de John Waters. Me parece clarísimo que esta película es un gran toque de atención a Irlanda. A todos nosotros, pero en concreto a Irlanda.
A mí ya me pareció interesante cuándo la vi anunciar. Y eso que con las películas me pasa una cosa extraña: no sé muy bien cómo explicarlo pero es como si tuviera que digerirlas. Nunca se me apetece ver una nueva cuando la estrenan; tienen que pasar cinco o seis años. Pasado ese tiempo me vienen a la mente.
ResponderEliminarNo tenía pensado verla por otra razón y es que personalmente me ha pasado una cosa bastante similar: una amiga que ha cortado de una manera bastante radical de un día para otro- literalmente- y no quiero establecer comparaciones. Pero los artículos que compartes me ponen los dientes largos: quizá espere al DVD.
No he visto la película, y no sé por tanto hasta qué punto la definición de "Banshee" que transcribo y que da Boiges, en su "Libro de los seres imaginarios", tendrá que ver con lo que en ella aparezca. Transcribo íntegra la breve entrada borgiana:
ResponderEliminar"Nadie parece haberla visto; es menos una forma que un gemido que da horror a las noches de Irlanda y (según la Demonología y Hechicería de Sir Walter Scott) de las regiones montañosas de Escocia. Anuncia, al pie de las ventanas, la muerte de algún miembro de la familia. Es privilegio peculiar de ciertos linajes de pura sangre celta, sin mezcla latina, sajona o escandinava. La oyen también en Gales y en Bretaña. Pertenece a la estirpe de las hadas. Su gemido lleva el nombre de keening.
No hay nada así en la película. Lo más cercano es una anciana que tiene pinta como de bruja y aire profético. De todos modos, el título de la película es a la vez el título de la canción que quiere Colm que le haga inmortal en la fama. Hay una ambigüedad buscada sobre los elementos "míticos" de Irlanda en la película y su virtualidad y efectividad.
EliminarUn buen amigo, lector de este blog por el que servidor no pasaba desde hace décadas, me llevó a ver la película. Grandiosa. De esas que le reconcilian a uno con...... nosequé, pero le reconcilian. Sabía que había un mensaje pero era incapaz de adivinarlo. Mi amigo me recomendó que leyera esta entrada y ahora le doy las gracias. Muy acertada entrada y muy acertada exegesis. Me queda por entender el papel de Siobham en todo esto. A mi me ha gustado la traducción de almas en pena. Muchas gracias.
ResponderEliminarHola, ha sido como echar unos años atrás ver lo de "Embajador ". Recordaba cosas de tus hijas, que deben de ser ya mayores. Un abrazo
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