Un día nos acercamos a Pancorbo, el pueblo de mi padre. A mi padre lo tuvimos especialmente presente todo ese día: subimos a la Fortaleza de santa Engracia, que él estudió tanto, recopilando mapas y recolectando informaciones por donde las pillaba. Por la tarde fuimos a Miranda, donde él estudió. Y en Pancorbo comimos con mi tío, su hermano mayor.
El fuerte de santa Engracia lo debíamos de haber visitado de pequeños. Yo no me acordaba de nada. Se empezó a construir en 1794 y los Cien Mil Hijos de san Luis lo destruyeron en 1823. Es una construcción enorme, a juzgar por los cimientos, una fortaleza pensada para contener a los franceses de la revolución y que se cargaron los franceses de la contrarrevolución. Es un sitio donde se cataliza buena parte de la historia de España, un símbolo de tantas cosas que fueron mal en los últimos 200 años.
Es un sitio decisivo, un cuello de botella entre la Castilla llana y la llanada alavesa. Mirad hacia Castilla, la Bureba, cómo se veía desde arriba:
Excelente fortaleza y hermoso pueblo.
ResponderEliminarÍbamos de chavales de excursión a Pancorbo cuando estudiábamos en los Sagrados Corazones de Miranda, íbamos andando (Campo a través) y volvíamos en tren desde el apeadero. Lo raro es que no se despeñase nadie desde algún cerro o la muralla. Un pueblo precioso y un entorno maravilloso.
ResponderEliminarMi padre estudió ahí, así que me imagino que también haría esa excursión. Muchas gracias por contarlo
Eliminar