Nos pasamos la vida buscando la anécdota significativa que podamos elevar a categoría, el descubrimiento deslumbrante en la nuez (in nuce) de esa revelación que nos tiene preparada la providencia, a la que sabemos juguetona, dejando pistas por ahí, esa misma que da tan sorprendentes giros de guión, la pandemia, sin ir más lejos.
Estuve corrigiendo este fin de semana exámenes de Griego II de Selectividad y me encontré, a partir de «ego» muchas respuestas con «ególatra».
Me gustó esta definición que dio alguien, por contenida:
Persona que se tiene a sí misma cierta admiración.
Una invención bonita en esa línea es la de alguien que puso «egolatrarse», y además como un proceso con grados de ascenso.
Aunque la mejor meta-definición de «egolatría» es esta:
Admiración hacia uno mismo. Puede tener un carácter negativo.
Yo, hacer el análisis psiconanalítico de esto lo dejo a vuestra prudencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario