miércoles, 9 de diciembre de 2020

El talón de Aquiles

Pregunté en un examen por el juramento por la laguna Estigia en Hesíodo y algunos alumnos me hablaban de que su agua te vuelve inmortal y yo pensé, ¿pero de dónde sacan esto, de un videojuego? Me puse a mirar y llegué a un artículo de Jonathan Burgess, Achilles' Heel: The Death of Achilles in Ancient Myth. Ahí explica lo que ya sabía, que lo de bañar a Aquiles para hacerlo inmortal aparece por primera vez en el siglo I d. C., en un poema de Estacio, la Aquileida, pero de una manera tan alusiva (solo se entiende con ayuda de comentarios contemporáneos o posteriores), que hay que pensar que la historia sea anterior, quizá de época helenística. No recordaba yo lo de lavarlo en el agua de Estigia, pero eso y lo del talón es algo que a todo el mundo le gusta recordar. La pena, para mis alumnos al menos, es que no aparece ni en Homero ni en Hesíodo. 

Que Aquiles moría eso sí que está meridianamente claro, por una flecha que dispara Paris. Hay representaciones donde aparece con una flecha en el tobillo y quizá la clave es que esa flecha lo inmovilizó y permitió su muerte por otra flecha o quizá, aventuran otros, porque la flecha tenía veneno. Se entiende que de ahí surgiese lo del talón como elemento clave, puesto en relación con lo del baño en el río, curiosamente quizá, en una teoría que recoge Burgess, por influencia del bautismo cristiano: lo que se estaba cociendo durante siglos sobre la invulnerabilidad de Aquiles (por la excelencia divina de su armadura sobre todo y su fuerza sobrehumana y ser hijo de una diosa), que se tiene que concordar con el dato incontestable de su muerte, se acabaría concretando en un baño en el agua (como el del bautismo) que por el talón no acaba siendo completo.

Ahora ya podré contar en clase todo esto con más detalle, porque antes me limitaba a decir que lo del talón «es de los romanos», con un tonillo un poco condescendiente, y recordando que es de mil años después de Homero.

3 comentarios:

  1. Yo me llevo una inmensa alegría paternal, porque mi hijo Enrique lleva dos o tres días diciéndome que algo no le encajaba en la leyenda del baño y el talón, que la madre podía haberlo metido dos veces o mojándose ella un poco la mano, y que además era raro lo de una flecha en el talón que te mata. ¡Dos o tres días sin que yo le echase cuenta! Estoy deseando verle esta noche para hacerle una reverencia filolófica.

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    1. Muy fino Enrique hijo. Es muy chusco todo lo del baño en la Estigia.

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    2. Le hice literalmente la reverencia delante de su hermana y de su madre y está muy satisfecho.

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