En el último comentario aquí era optimista. No sabía que iba a pasar dos semanas en la UCI. Gracias a Dios, aquello pasó y ahora estoy en una habitación "normal" (dentro de los parámetros del COVID, con trajes especiales y mascarillas). Solamente quería contaros los últimos hechos.
Me han llegado montones de ánimos y sobre todo oraciones, que me han llevado al otro lado, aunque no está de más seguir, para rematar la jugada en casa.
Por supuesto, Ángel, no dejaremos, ni tan siquiera los laicos, de rezar por ti. Abrazos
ResponderEliminarMil gracias, Paco
EliminarMe sumo al comentario anterior. Debe ser bastante gratificante notar que tanta gente te aprecia, te quiere.
ResponderEliminarUn abrazo
Está siendo muy emocionante, sí
EliminarYa empezaba a preocuparme no tener entradas nuevas. Llevo años siguiendo su blog, disintiendo en bastantes cosas, muchas tal vez, pero es lo de menos, porque la suya ya es una vida apreciada para mí. Un abrazo y mis mejores deseos de pronta recuperación.
ResponderEliminarSe lo agradezco mucho. Nunca he pretendido gustar a todos, empezando por el hecho de que tampoco yo estoy muy convencido de mí.
EliminarHe rezado durante tu estancia en la UCI y sigo rezando, Ángel. En estos momentos Dios es lo único que queda.
ResponderEliminarY yo te lo agradezco un montón, Pilar, ya lo sabes.
EliminarQué alegría leerle por aquí de nuevo. Recupérese lo primero y ya volver, en cuanto pueda y quiera, con las entradas del blog, aunque sea para contarnos un torneo de parchís en Castrojeriz. Un abrazo y a mejorarse.
ResponderEliminarLo que haga falta, muchas gracias
ResponderEliminarEsperamos desde Argentina que ahora sí Dios mediante te encamines derecho a la recuperación total. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan Ignacio. A ver si pronto.
ResponderEliminarUn gran abrazo, y todos los ánimos del mundo. Qué alegría tenerle de nuevo por aquí.
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