Yo ya soy mayor: lo veo en que me resulta rara la palabra gramaticalización, que no se les cae de los labios a los que se dedican a la lingüística histórica. Parece que es un proceso por el que un nombre o verbo acaban usándose para funciones gramaticales, por ejemplo el verbo «haber» se gramaticaliza cuando sirve para formar los tiempos compuestos. El otro día fui a Valladolid, al Congreso Español de Estudios Clásicos. Llegué a la ponencia de Lingüística Griega y aprendí allí la palabra pragmaticalización, que es como una gramaticalización desde el punto de vista pragmático, o esa es la idea que yo me hice. Por ejemplo, las frases en griego que estudió fueron las que tradujo con «como mucho» o «como el que más»; eran en origen frases normales, pero quedaron como fosilizadas y ahora son otra cosa.
Por ahí salió la palabra «insubordinación», aplicada a subordinadas que se han declarado indepes por la vía de la fosilización. No hablo de política, eh.
Por ahí salió la palabra «insubordinación», aplicada a subordinadas que se han declarado indepes por la vía de la fosilización. No hablo de política, eh.
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