jueves, 29 de noviembre de 2018

Cuidado con las viudas persistentes o Poner un ojo a la virulé

He visto traducciones más o menos atemperadas del pasaje de la parábola en la que el Señor recomienda «orar siempre sin desfallecer», cuando cuenta que hasta un juez inicuo se achanta ante el temor de lo que le podría pasar con una viuda que no se cansa de exigirle que le haga justicia. Pero literalmente lo que dice la viuda es que va a ponerle el ojo negro, que esa es una traducción del término griego, ὑπωπιάζω. Otra es la de la Vulgata, suggillare, que es dejar una marca en la cara, herir, arañar.
Qué carácter el de la viuda. Y qué sentido del humor del Señor, aunque luego acaba así:
Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto.
Y el final es tremendo:
Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará fe sobre la tierra?

3 comentarios:

  1. Éste es uno de mis pasajes favoritos del evangelio. Me viene mil veces a la cabeza.

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  2. Te copio la nota para mi libro (en el deseo) sobre la gracia de Cristo.

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  3. ¿Por qué "el Hijo del hombre" y no el Hijo de Dios?

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