Un amigo me manda esta cita de Los pazos de Ulloa, novela de doña Emilia Pardo Bazán que me estaba apeteciendo a mí releer, inserto como estoy en la realidad socio-económico-cultural a la que llega sólo un poquito de la Aurora:
La aurora, que sólo tenía apoyado uno de sus rosados dedos en aquel rincón del orbe, se atrevió a alargar toda la manecita, y un resplandor alegre, puro, bañó las rocas pizarrosas, haciéndolas rebrillar cual bruñida plancha de acero, y entró en el cuarto del capellán, comiéndose la luz amarilla de los cirios.
Muy visuales, tu comentario y la descripción de la Condesa, me ha gustado. Es una novela por la que siempre he sentido curiosidad, pero luego al leer la sinopsis se me antojaba un poco una telenovela de después de comer, y me daba una pereza enorme. ¿Merece la pena arriesgarse, pues?
ResponderEliminarSí, yo tengo un recuerdo muy bueno de ella. Seguro que te interesará.
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