martes, 28 de noviembre de 2017
En Baeza
Yo iba a un Congreso, pero más a una reunión con amigos sobre un proyecto de investigación y eso fue lo bueno, porque el Congreso era de los agotadores en todos los sentidos negativos de la palabra: largas sesiones (hasta las diez y cuarto de la noche el último día) y mínima preocupación por la puntualidad, que nos afectó sobre todo a los sobreros: yo media hora tarde, a las dos y cuarto, cuando todo el mundo lo que estaba pensando era en comer, no en si san Juan de Ávila consultaba las Annotationes de Erasmo o no. Los matadores se habían deleitado en sus faenas y a los subalternos sólo nos quedaba rematar con pundonor: mis quince minutos de gloria quedaron en diez y todos contentos, que todavía tenían que hablar dos personas antes de poder irnos todos a comer.
Yo tuve un rato para dar una vuelta por Baeza. La Catedral era muy airosa, con ventanales serlianos que la hacían muy luminosa. Ahí arriba los tenéis:
Había un púlpito que me supo a reliquia, porque en él predicó san Juan de Ávila. Era del XV, recubierto con elementos metálicos en el XVI:
Abajo había escenas de los Trabajos de Hércules:
Tenían una imagen de la Virgen muy bonita en el presbiterio:
Había bóvedas vaídas. La del centro policromada y con una enorme lámpara que acabó ahí pero era de Jaén, creo:
Aquí las bóvedas góticas:
Además quedaba de antes del Renacimiento la Puerta de la luna, con un arco tan bonito como su nombre:
Pero quizá de Baeza se recuerde más esta fuente, por desgracia algo desgastada:
Nosotros teníamos el Congreso detrás, en el Palacio de Jabalquinto, de la época de los Reyes Católicos, con ese aire a caballo del gótico al renacimiento (el plateresco), muy bonito:
Mítico arco conopial, con un montón de figuras moviéndose:
Todavía me dio para visitar varias cosas. Una, la capilla en el convento de san Francisco, de Vandelvira, como la Catedral:
El Ayuntamiento también se apuntaba a Serlio:
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Sí, yo he estado allí. Con mi mujer, o sea, hemos estado. Yo ya no estoy si no es con mi mujer, a esta edad cercana a los 60. Bueno. El sábado, en Ujué, no estuve con mi mujer sino con mi profesor de inglés, fotógrafo casi profesional y galés. y con toda la pinta de serlo. Parte de la mañana estuvimos en la Iglesia, donde está la patrona de Navarra. Él es, no me quedó claro del todo, protestante o ateo, con lo cual mis esfuerzos por interpretar los capiteles, los escudos, las estaciones del Viacrucis... los altares, eran grandes con el objeto de que le encontrara sentido a todo aquello. Pero afortunadamente le gusta muchísimo hacer fotos, que fue lo que me salvó de mis lagunas. En fin, que creo que estoy monopolizando tu blog.
ResponderEliminarUn abrazo
No, no, no lo monopolizas. Me interesa mucho lo que cuentas: debió de ser curiosa hacer una visita así, con un buen fotógrafo y a la vez lejano a lo que estaba mirando.
EliminarBueno. Su familia tiene una granja en Gales, lleva doce años en España, con lo cual habla bien el castellano y entiende el catalán y todos los demás idiomas asociados a su trabajo (galés, creo, inglés, francés...). Y toca el bajo eléctrico también. Yo hablé bastante, ya que él es más bien callado, y le fui explicando lo que más o menos conozco por los lugares que pasábamos: el Castillo templario de Monzón, las bodegas de Barbastro, los pueblos de la Hoya de Huesca, el Castillo de Montearagón, los rádares, la Sierra de Guara, Alquézar, el fallido aeropuerto de Huesca, el motivo por el que faltan unos doce kilómetros para enlazar las autovías que rodean Huesca, Huesca mismo, Bernard Plossu, las ciudades de provincias, el Pirineo, la trenza de Almudévar (que paramos y desayunamos, algo que ya tenía yo planeado), las Cinco Villas, los pueblos de colonización, mis consuegros, Navarra, nuestros hijos y el suyo que es alumno mío, las Bardenas, el polígono de tiro en la Bardenas (no estaba yo muy seguro de esto), la relación entre algunos pueblos y el Ejército a causa de la cercanía geográfica, el fracasado intento de realizar una película de Don Quijote por alguien de la Monty Python, creía entonces, arruinado por las inclemencias meteorológicas y el ruido de los aviones militares volando bajo, el paisaje navarro, la división, más o menos real entre el norte de Navarra, más vasca, y el sur o la Ribera, menos, en fin.
ResponderEliminarHizo muchas fotos, no menos de trescientas, y luego comimos migas, pato, bacalao y pastel vasco en el establecimiento de mis consuegros. En fin, esto por ahora. Continuará. Ya ves que hablo de mí más que de él. Entre medias estuvimos en el pueblo y en la Iglesia.
Un abrazo
Muy interesante todo lo que cuentas. Hoy hablo en el blog de un Azara, oscense: interesantísima familia.
EliminarLo conozco, en parte por mí mismo y en parte porque el Instituto de Binéfar opta a los premios que llevan su nombre. Lo han ganado varias veces, en buena medida por el interés de Manuel Buil, el profesor de ciencias que ha contagiado a todos, incluído mi hijo.
ResponderEliminarLo mismo puedo decir de Maite, la mujer de Jesús Miramón, que ha contagiado a mi hija y a otros muchos alumnos de la lengua española.
Un abrazo
Bueno. Hay pueblos en la provincia de Huesca que parecen de cartón piedra. Alquézar, Ainsa, por ejemplo. Ujué, en Navarra, no ha llegado todavía a eso. Es y parece un pueblo medieval, donde hay muchos bares y restaurantes, esta vez me fijé, pero para la mirada de un foráneo no es exagerado.
ResponderEliminarMi compañero de viaje, Ken, comparó su visita a Alquézar, llena de turistas, restaurantes similares entre sí, con la que hicimos a Ujué, y salió ganado este último. Se podían hacer fotos sin prisas, algo que para él es importante y positivo. Me hizo ilusión (gracia, decimos por aquí), pasar el día con él y ver sus reacciones ante los paisajes, no totalmente desconocidos, y ante el pueblo, la iglesia y la comida. En general los navarros valoran la comida, o sea, no es algo secundario para ellos. Nosotros hicimos lo mismo y comimos todo lo que nos pusieron delante.
La Iglesia: en su visión predominaban los aspectos formales, estéticos, por encima de los simbólicos, aunque yo me esforcé en que viera que en la entrada lo que estaba representado era, al parecer, la adoración de los Reyes Magos, y así con todo. Ve con facilidad los claroscuros, las formaciones geométricas, lo relacionado con la naturaleza... Su impresión sobre la Iglesia, la Virgen de Uxué, el pueblo, el paisaje... es positiva, estoy seguro de que en parte es debido a que me esforcé en darle sentido a todo eso.
En los próximos días me hará llegar las fotos que él hizo.
Un abrazo