viernes, 5 de febrero de 2016

Palomas y serpientes de Enrique García-Máiquez

Yo me cogí Palomas y serpientes (Amazon / Casa del libro), volví a mirar con atención la grandiosa portada, con esa 'y' colgando y la viñeta de la cebra, y noté el papel algo rugoso de la cubierta:


(le cuadra muy bien esto: «La astucia más sagaz es la candidez más pura» - 35.6)

Y saqué como siempre una octavilla de papel, para apuntar (¿a quién se le va a pasar por la cabeza pintarrajear en un libro?). Al principio seguí, sin pensarlo mucho, mi costumbre de anotar los que más me gustaban, pero como eran muchos, los que más me gustaban de los que más me gustaban los rodeé de un círculo. Ahora los pongo aquí, porque quizá dentro de un año vuelva a esta página y quizá compruebe que me gustan más otros o que me siguen gustando más estos, que nunca se sabe. Vamos, que esta ristra de números es también otro autorretrato:

11.5, 11.6, 12.1, 12.8, 13.3, 13.4, 13.6, 13.7, 14.1,14.4, 14.7, 14.8, 14.9, 15.1, 15.2, 15.3, 15.4, 15.7, 16.2, 16.6, 17.1, 17.3, 17.4, 17.8, 18.1, 18.4, 19.2, 19.3, 19.4, 20.4, 21.2, 21.6, 22.1, 22.2, 22.3, 22.6, 23.3, 23.5, 23.7, 24.3, 24.4, 24.6, 25.1, 25.5. 25.6, 25.8, 25.9, 26.1, 26.6, 26.7, 27.2, 27.3, 27.4, 27.5, 27.6, 27.7, 27.8, 27.9, 28.1, 28.2, 28.3, 29.1, 29.2, 29.3, 29.4, 30.3, 30.4, 30.5, 30.6, 31.1, 31.5, 31.6, 31.7, 33.6, 33.7, 34.1, 34.5, 34.6, 35.1, 35.2, 35.4, 35.5, 35.6, 36.1, 36.4, 36.5, 37.1, 37.5, 38.1, 38.7, 39.2, 40.1, 40.2, 40.4, 40.8, 41.2, 41.4, 41.5, 41.7, 42.2, 42.3, 42.4, 42.6, 42.7, 42.8, 43.2, 43.6, 44.4, 44.6, 44.7, 45.1, 45.2, 46.6, 48.1, 48.4, 49.1, 49.2, 49.5, 50.4, 51.1, 51.2, 52.2, 52.4, 52.5, 52.6, 53.2, 53.3, 53.5, 53.6, 54.3, 54.4, 54.5, 54.6, 54.7, 54.8, 55.1, 55.2, 55.5, 56.1, 56.6, 56.7, 57.3, 57.5, 57.6, 57.7, 58.3, 58.5, 58.6, 59.6, 59.7, 59.8, 60.3, 60.4, 60.5. 61.1, 61.3, 61.5, 61.6, 62.1, 62.2, 62.4, 62.5, 62.6, 63.1, 63.3, 63.6, 64.1, 64.2, 64.5, 64.6, 65.2, 65.3, 65.6, 66.1, 66.2, 66.4, 66.5, 66.7, 67.3, 67.4, 67.5, 68.1, 68.2, 71.2, 71.3, 71.5, 71.6, 72.2, 72.4, 72.5, 72.6, 72.7, 73.1, 73.2, 74.3, 75.4, 77.2, 77.6, 78.1, 78.2, 78.3, 78.6, 78.7, 78.8, 78.9, 79.1, 79.4, 80.1, 80.3, 80.4

Y a medida que avanzaba en la lectura apunté tres frases de temas recurrentes del libro:
-El asombro ante la hondura de la realidad (ante la mirada amorosa de Dios).
-El tiempo como redención
-La claridad, al servicio de la escritura

Sumando los que marqué, me salen 212 en total y en la selección más selecta 127.

Y qué decir. Pues que hay muchas cosas, no exactamente «aforismos morales». Hay, por suerte, mucha poesía. Hay autobiografía, también mía. Por ejemplo ahora estoy viendo por la ventana lo mismo (11.6):
Una mañana de invierno con un cielo tan azul que, si no fuese por la claridad, sería una noche de verano.
Y esto sí que es biográfico mío también (17.1)
CUENTO DE HADAS
El niño, siempre que pisa un charco, pasa a través del espejo.
Le podría dar mi toque dickensiano de que a veces era tal cual un espejo, porque estaba helado, en aquellos inviernos tan fríos de Castrojeriz. No podíamos pisar los charcos, pero con el talón golpeábamos a ver si el agua de debajo se liberaba.

Al lado, este otro (17.3):
La vocación es enamorarte perdidamente de tu destino.
Estoy cayendo en lo que quería evitar, adornar mi blog con sus aforismos. Pero quién se resiste a poner como máxima esta, que remonta a Heráclito y tiene su base en la experiencia y en lecturas de Chesterton y Girard y Cesáreo Bandera por lo menos (31.1):
La realidad es el secreto.
Más de realidad (39.2):
La realidad se ríe, si la miras.
O esto (33.7)
TU QUOQUE
La verdad la quiero decir siempre, pero tendría que verla antes, y cómo, escondiéndose, juega ella, ¡ella! a  engañarme.
Y digo sí, sí, cabeceando con fuerza, cuando leo esto (34.1):
A diferencia de mis esforzados contemporáneos, no necesito ponerme a hacer deporte para constatar que estoy mayor.
Bueno, solo uno más (59.8):
Hay un solo modo de que la escritura  sea sencilla y, a la vez, brillante; que transparente -clara, limpia, sin una distorsión- lo que resplandece. Que siempre está más allá del papel.
Y una referencia clasicista, no tan habitual en él (68.1):
El ostracismo es elegante: gris perla.
Y también esto, con mucho fondo (71.2):
MYSTERIUM INIQUITATIS
Los niños dejan de cazar pájaros cuando pierden la inocencia.

3 comentarios:

  1. Estaré unos días fuera. El jueves vuelvo al blog.

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  2. Alguien que pasaba por aquí7 de febrero de 2016, 12:51

    "Hay un solo modo de que la escritura sea sencilla y, a la vez, brillante; que transparente -clara, limpia, sin una distorsión- lo que resplandece. Que siempre está más allá del papel."

    ¿"está" o "esté"?

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