martes, 23 de febrero de 2016

Normalizar

Nunca pensé que asistiría a los premios de trabajos de fin de grado del Servicio de Normalización Lingüística, pero este año se lo habían dado a un trabajo excelente de una alumna nuestra muy buena. A mí que lo escribiera en gallego me pareció secundario: ella lo prefirió así y se bastó para escribirlo con rigor y competencia.
El acto fue breve, por suerte, aunque había cinco en la mesa. Ya de primeras salió la palabra «identidade» y al poco la palabra «comunidade» y así no hacía falta decir mucho más.
Yo, romo en la lengua gallega, intentaba aprender. Por ejemplo me apunté la palabra «plano», que me sonaba demasiado castellana, porque en un examen me encontré hace poco «chaira» y había pensado que «plana» había caído en desgracia: pues no, todavía es gallega. Como es una lengua en continua revisión por legiones de filólogos, te pegas grandes sustos por palabras que han caído en desgracia o que crees que han caído y luego resulta que no.

Lo mejor fue cuando el mandamás del tema normalizador en la Xunta animó a los premiados a que hicieran «proselitismo» y a ser «militantes da lingua».

Justo el otro día leía esta reseña excelente de Jon Juaristi y me acordé en ese momento de esta frase:
el vascuence normalizado es hoy una lengua zombie, ni viva del todo ni del todo muerta, mantenida por literatos, cantantes y actores generosamente subvencionados, y por funcionarios, profesores y locutores y presentadores de la radiotelevisión autonómica. Fuera del sector público, esa jerga no tiene futuro ni presente.

4 comentarios:

  1. Le felicito por su blog, me paseo con relativa frecuencia por aquí y creo que escribe usted cosas interesantes. Algunas, me parecen agudas y muy acertadas. Otras, como la que califica hoy de "reseña excelente" , de las que respetuosamente discrepo.

    Me sorprende -aunque no me escandaliza, claro- esa mención a una lengua -sea el vascuence o el gallego en lo que yo interpreto una asimilación- como jerga.

    Del euskera no hablo, simple y llanamente porque nada sé sobre su uso. Pero en lo que respecta al gallego, sospecho que sí tiene presente y futuro.

    Ya solo Álvaro Cunqueiro, con su prodigiosa obra literaria, ha conseguido regalarnos mil primaveras más.

    A veces, tengo la impresión de que, pese a que la historia refleja que Galicia es culturalmente muy rica (la ciudad en la que usted vive es reflejo de ello, y ya no digamos en épocas como los siglos XII-XV), aún seguimos arrastrando a ojos de los habitantes del otro lado de la meseta, el pesado fardo de ciertos tópicos, que por ser tópicos son mentirosos.

    Probablemente la culpa la haya tenido, nuestra situación geográfica.

    Después de todo, no fue hace tanto (aunque sí hace unos siglos) que aquí estaban el fin de la tierra, y el río del olvido.

    Le felicito una vez más por su blog.

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    1. Muchas Gracias por leer mi blog. Ya me gustaría conocer a Cunqueiro; tengo muchos amigos, personas cuyo gusto respeto, que lo adoran, pero todavía no he acabado de entrar a su obra.

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  2. "Chaira" sí es una palabra con solera: la hemos usado desde pequeñitos en los libros de Sociais para hablar de "llanuras", y ya peino alguna cana...

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  3. No son zombies, son frankensteins. Conglomerados de verdad y mentira repiezados de cualquier manera que son una afrenta a la realidad (hermosa) de cada lengua.

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