Es abusivo, se mire por donde se mire, dedicarle veinte entradas de este blog a Lisboa habiendo estado allí un día y medio. Y prácticamente todo ese tiempo metido en edificios.
No, no he conocido Lisboa. Es la tercera vez que estoy en Portugal y sigo sin conocerlo, de tan breves que han sido las visitas. Si digo que le tengo cariño al país, como a unos primos a los que veo menos de lo que quisiera, espero no sonar falso.
Del Museo Nacional de Arte Antiguo tendría que contar sobre la parte dedicada a los descubrimientos, verdaderamente espectacular, pero me conformo con poner fotos de los asombrosos biombos Namban, donde está representada la llegada de los portugueses a Japón:
Los portugueses están representados así:
Había otros objetos con el mismo estilo. Aquí, los jesuitas (san Francisco Javier llegó con los portugueses, si mal no recuerdo):
Y estos otros:
Olifantes de marfil:
Y una silla de brazos de Mombasa que supongo que es el origen de las sillas de enea (en la versión pobre, claro; esta es de ébano, hueso y cuerdas):
No, no he conocido Lisboa. Es la tercera vez que estoy en Portugal y sigo sin conocerlo, de tan breves que han sido las visitas. Si digo que le tengo cariño al país, como a unos primos a los que veo menos de lo que quisiera, espero no sonar falso.
Del Museo Nacional de Arte Antiguo tendría que contar sobre la parte dedicada a los descubrimientos, verdaderamente espectacular, pero me conformo con poner fotos de los asombrosos biombos Namban, donde está representada la llegada de los portugueses a Japón:
Los portugueses están representados así:
Había otros objetos con el mismo estilo. Aquí, los jesuitas (san Francisco Javier llegó con los portugueses, si mal no recuerdo):
Y estos otros:
Olifantes de marfil:
Y una silla de brazos de Mombasa que supongo que es el origen de las sillas de enea (en la versión pobre, claro; esta es de ébano, hueso y cuerdas):
Me han impresionado los biombos, Ángel. No los imaginaba siquiera. La próxima vez que vaya a Lisboa, es decir la segunda vez que vaya, no me los perderé. Gracias por la serie. Yo también disfruté como un enano en el Gulbenkian.
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