Me ha gustado mucho Cisneros. El cardenal de España, un libro claro y bien escrito, con amplitud de miras. Me parece muy honrado por parte de Joseph Pérez comenzar y acabar remitiendo a la que dice que es la obra de referencia, del padre García Oro, catedrático de esta Universidad y franciscano como Cisneros (y la voy a consultar ahora).
Es una obra de divulgación, donde brilla la altura de miras de Cisneros, con sus contradicciones (nepotismo en sentido estricto, un episodio de conversiones forzadas en Granada). Pone como claves su conversión tardía a la observancia franciscana y sus referentes en Llull (que ve como clave para su espíritu de Cruzada en el norte de África) y Savonarola (para su reformismo religioso), pero sobre todo su visión de estado frente al interés dinástico de la monarquía, al final ingrata con él.
Me ha interesado mucho leer un apartado final sobre el interés de los franceses por Cisneros a lo largo de la historia, comparándolo con frecuencia con Richelieu y siempre a su favor.
Para imagen, su entrada en Orán mientras cantaban el Non nobis, Domine. Como en Agincourt, pero nosotros no le hemos sacado partido a episodios así.
Y la Biblia Complutense. Y su apoyo a los profesores de griego: un unicum en la historia de España.
Y su rescate de la liturgia visigoda por medio del Misal y el Breviario Mozárabes, que salvó de la preterición a una gran cantidad de textos indispensables para entender parte de nuestra historia religiosa, literaria y cultural. Sin esa iniciativa, que se acometió con mucho más rigor del que la hipercrítica le concede (yo diría que con total rigor) nuestra laguna de conocimientos en los aspectos señalados y en otros sería todavía mucho más grande.
ResponderEliminarMe apunto los títulos, muchas gracias
Chema
Sí, sí, habla de ello y le da la importancia que le corresponde. Yo voy a seguir con el libro de García Oro, para ir más a fondo en cuestiones concretas.
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