miércoles, 7 de enero de 2015

Sol y frío en Burgos

Y catarros, que es lo que me encontré y lo que me traje de vuelta.
Pero sobre todo tuvimos unos días de sol realmente bonito.
Al entrar a visitar las Huelgas, este charco helado de relejes me trajo entrañables recuerdos de la infancia


(también Jesús se fijó en un charco así)

2 comentarios:

  1. Ángel, bien sabes tú que hay muchas cosas que nos diferencian y aún, a nada que quisiésemos un poco, podrían confrontarnos. Eso creo (sin aspavientos). Pero déjame decirte que las que nos acercan y compartimos son muy queridas para mí y, entre todas ellas, el amor por los caminos del campo, sobre todo en invierno, es de las preferidas.

    No te envío ni abrazos ni besos ni saludos ni nada de todo eso, que sé que no te gusta nada.

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  2. Ah, por cierto: no conocía esa palabra maravillosa, relejes, hasta que la leí en tu blog. Gracias.

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