Leyendo un sermón del Domingo de Septuagésima de san Juan de Ávila* me encontre esto, una glosa al Ego curro («Yo corro») de san Pablo:
Ego curro. No así, a correndillas, acá y acullá.
Me recorrió la columna un escalofrío: «a correndillas». Fue como que se abriese un túnel o se creara un bucle espacio-temporal. De pequeños lo decíamos, creo. Ahora hasta me entran dudas.
Y a continuación me acordé del escondeberite o esconderite.
Ayer hablaba con mi hermana María Jesús (era su cumpleaños) y me dijo que escribiera algo de cuando éramos pequeños. Pues ahí lo tienes: dos expresiones que usábamos. Y además ni montamos una nacionalidad histórica con eso ni nada: un suspiro para recordarlas y a dejar que corran al olvido si es lo que les toca.
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*San Juan de Ávila OC III, 114. Y.cómo me estoy gustando poniendo eso de 'Domingo de Septuagésima', que suena a postureo tridentino)
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