Ya no puedo negarlo: disfruto mucho en los Museos de Arte Contemporáneo, me lo paso genial en esa actitud love-to-hate tan postmoderna.
En el de Zagreb te lo tienes que proponer, porque está bien lejos, pero no me lo iba a perder yo:
Entrabas y nada más subir la escalera te encontrabas esto:
Es de Šejla Kamerić, una artista bosnia. El texto lo escribió un soldado holandés en un barracón (los holandeses se quedaron sentados mientras los serbios mataban bosnios, eso debe de estar de fondo también). Datos aquí.
Luego había un montón de materiales de grupos de arte conceptual, sobre todo de Eslovenia y la propia Croacia, que hacían 'acciones' en pleno titismo. Me resultó bien interesante. El arte conceptual en París o en un barrio pijo es distinto del de un país del bloque comunista.
Por ejemplo Pave Dulčić y Slaven Sumić y otros hicieron lo siguiente (es el conocido como Grupo Peristilo Rojo: Crveni Peristil): pintar de rojo -el color comunista, ahí está el factor político- el perisitilo del palacio de Diocleciano en Split. Se les cayó el pelo, como os podéis imaginar.
A mí la acción en sí me parece una tontada (aunque menos que otras, eso también): [foto de aquí]
Yo tampoco me pierdo un solo museo de arte contemporáneo allá por donde voy. !Y por las mismas razones!
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