Francisco Pons Sorolla es un gran arquitecto y urbanista

Guardaba un gran recuerdo de la exposición que hubo hace cinco años sobre Francisco Pons Sorolla, arquitecto encargado del patrimonio en Galicia, comisariada por Belén María Castro Fernández. Ella misma ha publicado ahora un libro centrado en su labor en Santiago de Compostela.

Lo he leído con grandísimo interés -hay mucho información, es preciso y la documentación gráfica es excelente- pero con inquietud creciente: la autora toma el tono y la actitud de una presidente de un Tribunal de Depuración o del profesor riguroso ante el alumno del que le han contado pestes: parecía como si fuese a suspender a Pons Sorolla al final del libro; le afea supuestas faltas que más bien parecen simple diferencia de criterios, bien discutibles casi siempre en este terreno de la restauración.

A mí me parece que Francisco Pons Sorolla, durante cuarenta años veló por el patrimonio de Galicia y muy especialmente por el de Santiago con una dedicación, elegancia y sentido de la arquitectura y el urbanismo que no se merecen esa actitud. La ciudad de Santiago que vemos ahora es en buena medida la que él cuidó.

En Santiago hay una calle para Paulo Coelho (una vergüenza, claro está), pero a Pons Sorolla lo tratamos con condescendencia. Y que se esté calladito, no vayamos a castigarle a una esquina con los brazos en cruz.