S. Juan de Ávila* sobre escatología y sobre que siempre los tiempos son difíciles:
Ansí como la Iglesia cristiana fue fundada con muy gran persecución de los cristianos, que, en diciendo: «¡Soy cristiano!», decían: «¡Daca la cabeza!»; ansí en el fin de la Iglesia ha de haber muy grandes persecuciones y muchos mártires (237 l. 67-70).
[Sobre 2 Tim 3.1: instabunt tempora periculosa] ¿Cuándo los tiempos están tan peligrosos? ¿Cuándo fue tan contradecida la verdad? ¿Sabéis en qué habemos crecido nosotros? En unas devociones de fuera, en un rezar, en un ir más veces a la iglesia. ¿Pues sabéis cuán poco vale eso sin esotro? Devociones de fuera en hombres que aman la maldad de dentro, poco valen. ¿Quiero encaminar este mocito en servicio de Dios? Murmuran otros mozos. Los tiempos peligrosos son estos. ¿Quiero servir a Dios? Persíguenme. «¡Anda, tanto confesar y comulgar! Fulana hacía así y paró en la Inquisición». No fue allá, por cierto, por confesar y comulgar, sino porque lo hacía mal hecho. No erró nadie por ser devoto y recogido; por no saber ser, erró. Para ser un hombre bueno, ha menester gracia de Dios (244 l. 289).
*
Lecciones sobre la primera canónica de san Juan (I) [en
Obras Completas de san Juan de Ávila, II ed. L. de Sala Balust y F. Martín Hernández, BAC, Madrid, 2001, 118-343
No hay comentarios:
Publicar un comentario