El viernes había organizada una excursión para visitar la Noia románica y nos apuntamos, claro.
La primera visita fue a un pazo, que tenía en el jardín un baldaquino (quedan algunos por Galicia), entero y verdadero, de alguna de las iglesias de Noia:
Esta foto es mala (parece hasta de unas ruinas mayas en Guatemala), pero cómo iba a sacar si no las cabezas de la parte de arriba:
En un lado estaba una Anunciación y en el otro dos santos. Uno de ellos era un franciscano:
El jardín era como para montar una revolución con el único objeto de requisarlo y quedármelo yo:
En el centro de los parterres, hortalizas: una maravilla. Y detrás, inmensos magnolios y araucarias.
Precioso. Me apunto a esa "revolución".
ResponderEliminarA mí con que me contratéis de hortelana después, con derecho a casica si puede ser, me vale.
ResponderEliminarQue pasada de jardín...
ResponderEliminar¿y esos baldaquinos que función tenían?
Marcaban el espacio del altar: lo separaban y lo realzaban, supongo.
ResponderEliminarSi, pero que hacían unos altares en medio del campo, ¿que eran misas de campañas o romerías o que?
ResponderEliminarMe expliqué mal: era un baldaquino de una iglesia que acabó como adorno en el jardín del pazo.
ResponderEliminarFormidable. Me encanta la de los mayas.
ResponderEliminar¡Ah! Gracias.
ResponderEliminarGrazas por compartir un pedaciño da VIII Xeira de O Sorriso de Daniel!
ResponderEliminarGracias a vosotros por montarla: salió de maravilla, a pesar de que la intentó boicotear la lluvia.
ResponderEliminarEste baldaquino non é románico. É, probablemente, dos séculos XV ou XVI e servían para cubrir sepulturas, xeralmente
ResponderEliminarNo digo que sea románico en mi entrada. Es un relato de una excuersión de una asociación de amigos del románico, donde vimos románico y arte de otras épocas, como esto.
EliminarLos baldaquinos no son para tumbas, ni xeralmente ni particularmente.