El viernes pasado, Viernes de Dolores, tenía mi consulta semestral con el endocrino. Es como ir con un mazo de suspensos a casa (yo, que siempre he sido de buenas notas), pero en este caso con el ignominioso tique de mi peso creciente -esta vez, je, resultó ser menguante- en la mano y la cerviz inclinada ante la previsible bronca: que si deporte, que si régimen, que si por qué no pongo algo de mi parte.
Pero resultó que mi endocrino estaba de baja (nada grave, por suerte: lesión de fútbol, y no saco moralejas) así que me libré. El otro médico se limitó a informarme de que todo bien: yo daba saltos de alegría, pero sobre todo de alivio.
Por la tarde fuimos a Ribeira. Mario fue leyendo del nuevo libro de Miguel d'Ors; a mí me gustó sobre todo un grandioso poema a los tojos florecidos por las laderas que estábamos viendo por el camino.
Y de ahí a Olbeira, a unos días de retiro: ha llovido todo lo que pudiera llover. Y llueve sobre seis meses de lluvia. Pero yo muy contento, con ganas de mandaros un saludo y mi aprecio en este Jueves Santo.
Qué bueno, Ángel; un abrazo también para ti.
ResponderEliminarMe alegro que esté todo bien. Pero igualmente, cuídese, ok?
ResponderEliminarSe ve que el retiro te ha hecho mucho bien. Yo, en cambio, habría sacado jugosas consecuencias de la lesión de fútbol.
ResponderEliminarSí, estoy muy contento y con ganas de ser bueno (cuesta un poco). Hasta ni saco moralejas de los de mi edad que se lesionan por jugar al fútbol.
ResponderEliminarMe alegra que bien.
ResponderEliminarIr conduciendo y que alguien te vaya leyendo poemas debe ser la leche, algún día tengo que probar.
Me a legro mucho, Ángel. Buena Pascua
ResponderEliminarMe alegro mucho de que todo haya ido estupendamente, y yo, como no me llevo muy bien con el fundamentalismo deportista, saco consecuecias positivas de la lesión de tu médico. Me agarro a un clavo ardiendo.
ResponderEliminarAndrés, es Mario, este amigo mío, el que se empeña en leer en voz alta. A cuenta de eso hemos tenido memorables lecturas de poesía. También Proust, que es excelente para oírlo en voz< alta.
ResponderEliminarY gracias, TEB y Juan. Me apunto lo del 'fundamentalismo deportista'.
Una vez,hace ya unos años, leí un libro de Miguel d´ Ors titulado, creo, "Es cielo y es azul". Me lo prestó un buen amigo. Después lo he buscado, removiendo Roma con Santiago,y ha sido imposible localizarlo. Recuerdo que me causó una gran impresión su lectura. No había leído nunca nada que se pareciese a esos poemas, que tuviese ese estilo.
ResponderEliminarY, de lo primero, sabe Dios que me alegro de que todo vaya bien.
Enhorabuena, Ángel. Veo ahora esta entrada. Yo debo ser muy mala todavía, porque se me ocurren muchas cosas de la lesión de fútbol de tu médico. Disfruta de los próximos seis meses sin tener que volver por ahí. Un abrazo.
ResponderEliminar