Pero ayer fue domingo Laetare y justo estos días estoy leyendo un libro de himnos latinos que compré hace poco*, donde me encontré esta estrofa al final de Splendor Paternae Gloriae de san Ambrosio, que es más de Adviento, pero lo mismo me vale, que tiene un emocionante Cristo-todo-Aurora:
Aurora cursus provehit,Miro en Google; hay traducciones contradictorias sobre el segundo verso. Me encuentro con este excelente comentario de 1582 de Michael Timotheus Gateensis que os traduzco:
Aurora totus prodeat,
in Patre totus Filius
et totus in Verbo Pater.
La Aurora sus carreras avanza:
Que Él, todo Aurora, aparezca,
en el Padre Hijo todo
y todo en el Verbo el Padre.
Aquí se lleva de la mano de la Aurora sensible a la Aurora intelectual y espiritual, es decir, a Cristo. Es como si dijese: "como la aurora visible ahora acelera su curso y lo apresura hacia el nacimiento, así Cristo que nos visitó como Oriente desde lo alto por el misterio de la encarnación [nota marginal: Lucas 1], tras ser expulsada la noche del mundo, brillando como mística aurora, todo Él a nosotros por su bondad se nos acerque y manifieste, especialmente cuando ya hayamos trabajado los talentos que nos entregó. Y así está claro aquí que el Hijo de Dios está todo en el Padre, como Él mismo dice en el Evangelio de san Juan c. 14, y todo el Padre también en el Verbo, es decir, en el Hijo, porque es Dios verdadero por la inefable unión de las divinas Personas en una única sustancia.Y Paralelos bíblicos de Cristo como Aurora / Y un muy buen comentario litúrgico
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*Christopher Husch, Peter T. Walsh, eds, One hundred Latin Hymns, Dumbarton Oaks Medieval Library, Harvard University Press, 2012. Muy recomendable, una edición admirablemente elegante y sobria, con texto latino, traducción inglesa y buenas notas breves.
Los que más hablaron de la aurora en poesía fueron los poetas ultraístas.
ResponderEliminarAh, vaya. Les echaré un vistazo.
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