jueves, 20 de enero de 2011

Eneida espiritual

Me traje de Inglaterra Una Eneida Espiritual, el relato autobiográfico de conversión de Ronald A. Knox.

Este libro no sé si recomendarlo, porque es una obra de juventud, algo pesada y algo recargada.
El título le viene de que está lleno de citas de la Eneida (sabía todo el latín del mundo: en un libro sobre clasicistas británicos del XX vi que lo consideraban como el más brillante estilista latino; también se decía que era el alumno más brillante que había pasado por Eton).
Y para contar el paso de clérigo anglicano cercanísimo a lo católico a su conversión real necesita un montón de páginas, casi tanto como lo que necesitó para convertirse; es muy buena la imagen que pone al final: tiempo y tiempo dando vueltas a la casa, intentando entrar por una gatera, por una ventana, por la carbonera. Y descubrir luego que la puerta principal resulta que estaba abierta.
Otra imagen: te has pasado la vida viendo un oso polar y cuando descubres que en realidad era un montón de toallas ya no puedes verlo así nunca más: eso es la conversión.

En el proceso estaba Chesterton:
In regard to orthodoxy, my views when I left Eton were orthodox above the average; my oracle was G. K. Chesterton -he is so still.
O Benson:
I always looked on him as the guide who had led me to the Catholic truth - I did not know then that he used to pray for my conversion.

1 comentario:

  1. Los anglicanos son muy buenos. En general, toda la gente que cree en Cristo es buena. Tarde o temprano se enteran de que Él es la Puerta y deciden que hay que pasar por Él. Entonces pasan y se encuentran muy perplejos con una Iglesia -católica, claro- que les da la bienvenida. Y se sienten como en casa.

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