En el parchís por parejas Marga y Eva nos derrotaron sin paliativos a mi madre y a mí:
1. La primera partida se vio lastrada porque a mi madre no le salían cincos: y contra la fatalidad es bobada luchar.
2. La segunda ha sido la partida más emocionante de parchís que he jugado en los últimos años: igualdad, comer fichas muchas veces -y sin piedad- y sincronización en las tácticas de equipo. Y llegamos a tener sólo una ficha cada equipo por meter: bastaba un 1, pero se puede perder a lo grande o por poco y esta vez perdimos por poco.
3. Y en la tercera la derrota fue, digamos, intermedia: nos ganaron sin apuros grandes, aunque presentamos batalla.
Mis hermanas daban botes al final: que siempre gusta ganar (o al menos eso es así en la familia Ruiz Pérez).
Estoy volviendo a leer tus cuatro años en Santiago.
ResponderEliminarUn abrazo
Vaya, me has hecho releer esta entrada, que me trae tan buenos recuerdos.
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