miércoles, 10 de septiembre de 2008

La primavera de Newman

En Bratislava me acabé el libro de Ian Ker sobre Newman*; lo acabé agotado (750 páginas) y cansado (demasiado detalle en las polémicas y especialmente al final en problemas eclesiásticos y demasiado poca atención a la vida del hombre: ¡al acto mismo de su conversión le dedica sólo dos líneas el cabrito, sólo dos líneas! estos ingleses, cómo son.
Pero claro, a pesar de todo es un gran libro y de lectura muy provechosa. De lo que me apunté, iré soltando perlas aquí, por ejemplo cómo describe la primavera (en 1876, con 75 años, p. 697). Si podéis, leed el texto inglés, mi traducción pierde:
Spring (...) it is too intense in its nature, to be unaccompanied with pain, I may say, great pain ... now especially as life is waning, and friends dropping away, the extreme beauty of the ever-recurring triumphant spring seems to have something of young mockery in it, till one recollects that that beauty is an image and a promise of something more sweet and more lasting than itself.
La primavera (...) es de naturaleza demasiado intensa como para no ir acompañada de dolor -de gran dolor, diría, (...) Sobre todo ahora, con mi vida en declive y mis amigos que van desapareciendo, la extrema belleza de la triunfante primavera que siempre vuelve parece como que tiene algo de burla juvenil, hasta que uno cae en la cuenta de que esa belleza es una imagen y una promesa de algo más dulce y duradero que ella misma.
*,John Henry Newman. A Biography, Oxford University Press, 1990

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