Ca tu noit' e dia senpre' estas rogando
teu fill', ai Maria, por nos que andando
aqui peccando e mal obrando,
que tu muit' avorreces,
non quera quando sever julgando
catar nostras sandeces.
Porque tú, noche y día estás rogándole
María, a tu hijo por nosotros (que seguimos
aquí pecando y obrando mal,
-¡y eso, cuánto lo aborreces!-),
para que no quiera cuando esté juzgando
fijarse en nuestras sandeces.
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