En marzo de 2022 visité el Museo Nacional de Artes decorativas, fijándome en sillas insentables y otras cosas. También en la cerámica. Y en pájaros.
Sobre la comedia como la que señala más el mal en lo que realmente es, según Arendt.
Un recuerdo de infancia, el sayuno.
Contaba mi fascinación por el postliberalismo.
Seguía poniendo textos de san Juan de Ávila, por ejemplo uno sobre Dios como el sol que se entremete.
En abril de 2022 me atrevía a atacar las asignaturas de ética en la ESO.
Hablaba de la túnica que le ponen a Jacob. Volvía a la fosa en la que estuvo el Señor antes de la Pasión.
Ponía en relación a Kierkegaard y a Bloy. El contacto es a través de Jeanne Molbach/Bloy. Hacía también una lista de mis diez daneses más admirados.
Contaba de una visita a la Biblioteca General de la Universidad, a ver libros del siglo XVI.
En 2022 escribía usted sobre el post liberalismo. Y ese mismo año, creo, Houellebecq describía en Aniquilación el lúgubre futuro de esta sociedad, y el sentimiento que genera, cada vez más, la política. Desafección.
ResponderEliminarSí, y cada vez más desafección.
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